domingo, noviembre 26, 2006

Jugando con vidrios

Llego a la escuela. La verdad, no parece una escuela. Son tres cuartos, con las ventanas rotas, con muchos niños jugando alrededor. Trato de hablar con uno de ellos, me recita los números del 1 al 100 en inglés. Se dispone a recitarlos en orden contrario pero lo detengo, me apresuro a felicitarlo y me pongo a jugar con una pelota con otro niño. Cuando se disipan la mayoría de niños, se acercan unos cuantos a las ventanas rotas. Trato de decirles que tengan cuidado, que se van a cortar, pero mi precario hindi no me permite hacerlo. Empiezan a sacar los pedazos de vidrio de los marcos. Noto que manejan los vidrios posiblemente mejor de lo que yo lo haría, no se cortan ni parecen estar en peligro de hacerlo. Empiezan a romperlos, no como un juego sino como con un propósito en mente. Después de reducirlos a pedazos manejables los envuelven en un costal o los meten en una bolsa. Salen después por un hueco en la pared de la "escuela", cargando los vidrios probablemente hacia donde algún comprador que les dará a lo más 5 rupias (aprox. 10 centavos de dólar) por ellos.
No hay maldad ni avaricia en sus caras, solo hambre.

No hay comentarios.: