domingo, noviembre 05, 2006

Los nombres de Dios

Madurai, Tamil Nadu, Octubre 18 de 2006
Estoy sentado en frente de la estación de tren. Pasan niños con sus uniformes y maletas, descalzos en su camino hacia la escuela. Conversan un par de "tamileños" en sus tradicionales lungis, descalzos también. Veo un turista francés acosado por
touts ofreciéndole toda clase de servicios a precios escandalosos. Viene hacia mi un hombre con pantalones naranja y un manto del mismo color alrededor de su cuello, cubriendo parte de su torso y su espalda. "Me va a pedir plata", pienso. Cuando se acerca presiento cierto aire religioso y cambió mi opinión: "Fijo viene a convertirme". Se sienta a mi lado sobre un pedazo de cartón que saca de su maletín, me ofrece un pedazo a mi también, el cual acepto con gusto. Empezamos a hablar, me cuenta de su pasado, yo le cuento de dónde vengo. Él se encuentra en un viaje sin destino, con cada amanecer llega un nuevo día en el cual ni él mismo sabe dónde terminará. No hay planes, no hay ataduras, dice que Dios guía su camino y que proveerá todo lo que necesite. Empezamos a conversar acerca de religión, por mis experiencias pasadas pienso "Esto está tomando un mal camino", sin embargo me doy cuenta que, a pesar de ser muy creyente, mi nuevo amigo no condena las otras religiones. "Dios solo hay uno, pero las distintas religiones le dan un nombre distinto", me dice, "Dios es una energía que cada cual percibe a su manera". Le cuento que soy ateo, pero su visión más "conceptual" y tolerante de Dios despierta un gran interés en mi. Se acerca una niña y, sin pedírselo, él compra un banano y se lo regala, ante lo cual ella se muestra muy agradecida. Le digo que yo creo que uno puede dictar sus propios códigos de conducta si se conoce a sí mismo lo suficiente, que uno puede ser su propio Dios. Él se queda pensando un rato y al despedirse me dice que me fue muy constructivo hablar conmigo. La verdad creo que él me enseño más cosas a mi de las que yo pude haberle dado. Que equivocadas fueron mis primeras impresiones.

Hoy, dos semanas después y tras dos meses de ausencia, volví a uno de mis "templos" y practiqué los "rituales" acostumbrados. Me di cuenta de que mi amigo tenía razón: Dios solo hay uno pero en distintos países le dan distintos nombres. En algunos lugares le dicen "fútbol", en otros "soccer", en otros "calcio". Ganamos 2-1!!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se si reir o llorar.



Lady ROse<3